CARTA A LOS NIÑOS DEL MUNDO
Los lectores a menudo le
preguntan a los escritores cómo escriben sus historias - ¿de dónde salen las
ideas? Provienen de mi imaginación, contesta el escritor. Ah, claro, suele
contestar el lector. Pero, ¿dónde está tu imaginación, de qué está hecha y es cierto
que todo el mundo tiene una?
Bueno, responde el escritor, está en mi cabeza, por supuesto, y está compuesta
de imágenes y palabras y recuerdos y rastros de otras historias y palabras y
fragmentos de cosas y melodías y pensamientos y rostros y monstruos y formas y
palabras y movimientos y palabras y olas y arabescos y paisajes y palabras y
perfumes y sentimientos y colores y rimas y pequeños chasquidos y silbidos y
sabores y explosiones de energía y acertijos y brisas y palabras. Todo ello
girando ahí dentro y cantando y comportándose como un caleidoscopio y flotando
y sentándose y pensando y rascándose la cabeza.
Por
supuesto que todo el mundo tiene imaginación: sin ella, no seríamos capaces de
soñar. No obstante, no toda imaginación tiene las mismas cosas dentro de ella.
Probablemente, la imaginación de los cocineros contenga en su mayoría sabores,
de la misma manera que la imaginación de los artistas contendrá sobre todo
colores y formas. La imaginación de los escritores está principalmente llena de
palabras.
Para
los lectores y oyentes de historias, sus imaginaciones también se nutren de
palabras. La imaginación de un escritor trabaja y da vueltas y da forma a las
ideas, a los sonidos, a las voces, a los personajes y a los acontecimientos
hasta convertirlos en una historia; esta historia no está compuesta de otra
cosa que no sean palabras, batallones de garabatos desfilando por las páginas.
Entonces ocurre que, de
pronto, llega un lector y esos garabatos cobran vida. Siguen estando en la
página, siguen pareciendo garabatos pero también están retozando en la
imaginación del lector, y éste da forma e hila las palabras para que la
historia ahora tenga lugar en su cabeza, como tuvo lugar en la cabeza del
escritor.
Este
es el motivo por el cual el lector es tan importante para una historia como lo
es el escritor. Solo hay un escritor para cada de ellas, pero hay cientos o
miles o incluso a veces millones de lectores de historias, que leen en el mismo
idioma que el del escritor o que quizás hasta lean traducciones en muchos otros
idiomas diferentes. Sin el escritor, no nace el cuento; sin todos los miles de
lectores alrededor del mundo, el cuento no llegará nunca a vivir todas las
vidas que puede vivir.
Todo
lector de una historia tiene algo en común con los otros lectores de esa misma
historia. Separadamente, aunque también de alguna manera juntos, ellos han
recreado la historia en su propia imaginación: una acción que es tanto privada
como pública, individual como común, íntima como internacional.
Es
posiblemente lo que los humanos hacen mejor.
¡Seguid leyendo!
Siobhán Parkinson
Autora, editora, traductora
y ganadora del premio Premio na nÓg
Traducción: Paula Sanz
Desde 1967, el día
2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés,
Hans Christian Andersen, el
IBBY(Organización Internacional para el libro Juvenil) promueve el Día internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.
Cada año una sección nacional tiene la oportunidad de ser la patrocinadora internacional de este día y selecciona a un escritor/a representativo y un reconocido ilustrador/a para que elaboren el mensaje dirigido a todos los niños del mundo y el cartel que se distribuye por todo el mundo, y se promueva la celebración en las bibliotecas, centros educativos, librerías, etc.
Nosotros desde nuestras casas somos los principales promotores de la lectura y podemos hacer que todos los días sean el día internacional del libro infantil.
!FELIZ DÍA!